Los edificios inteligentes son una apuesta por reducir el consumo energético en general, lo que traería beneficios tanto económicos como ecológicos. Este tipo de inversiones se ha vuelto cada vez más común con el avance de la tecnología y se espera que alcance la escala de ciudades inteligentes.
Veamos qué opinan algunos expertos y qué es lo que hace atractivo a este tipo de inversión.
¿Qué se espera de la inversión en edificios inteligentes?
Según Johnson Controls, líder en equipamiento inteligente en edificios, publicó su encuesta anual acerca del «Energy Efficiency Indicator» (Indicador de Eficiencia de Energía) y concluyeron que más de la mitad de las organizaciones planean aumentar la inversión en proyectos de energía renovable, eficiencia energética y edificios inteligentes. Por otro lado, el presidente de Schneider Electric, Jean-Pascal Tricoire, comentó que actualmente el retorno de la inversión en edificios inteligente, ya no es de 10 años, sino que se logra en solo tres.
La mayoría de las compañías (85%) indicaron que uno de los principales factores de inversión es la reducción de costos de energía , seguido por el cuidado de la salud y seguridad de sus ocupantes. Esto se debe particularmente por la aparición del Covid-19 que obliga a mejorar las condiciones de trabajo.
Las cuestiones sobre la ventilación del aire se han vuelto más importantes por la pandemia. Aproximadamente el 79% de compañías planea mejorar la filtración del aire, así como aumentar la ventilación externa.
Asimismo, la integración de sistemas digitales es más importante que nunca. El 75% de las organizaciones ha implmentado sistemas de seguridad y otros sistemas tecnológicos en edificios. Esto corresponde a un 36% más respecto del año 2019.
¿Qué lo hace atractivo para invertir?
El menor consumo de recursos es la principal razón. Una de las formas más sencillas de ahorrar energía, sería el simple apagado y prendido automático de luces y sistemas de calefacción y aire acondicionado.
Esto sería especialmente bueno en lugares que son ocupados por la mitad del día, como escuelas o algunas oficinas. Todo esto sin dejar de ser eficientes, cómodos, estéticos e inteligentes.
Los beneficios de un edificio inteligente se evidencia tanto para aquellos construidos con estas características como para aquellos que se convierten en uno.
La tecnología permite tener una mejor gestión de los recursos y sistemas instalados. Además, se puede producir energía verde, que resulta en una mayor eficiencia energética y menor producción de emisiones contaminantes.
Si se implementara un sistema de energías renovables, se podría tener un retorno de inversión más rápida en edificios inteligentes; teniendo beneficios permanentes.
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Fuente: TechnoBuildings e Invertia.