Día a día con el desarrollo de la tecnología y la concientización de lo cambios ambientales, las viviendas se proyectan a adecuarse para ser más eficientes y amigables con el medio ambiente, así como mejorando su eficiencia para las actividades del día a día. Un Smart City (o ciudad inteligente) buscan precisamente esto: integrar un conjunto de hogares a través de diversos servicios tecnológicos individuales y colectivos que brinden una solución ecoamigable y más automatizada. Y además es un grandiosa idea luego de invertir en terrenos para empezar a construir.

Además, con los cambios por la pandemia, hoy en día las personas ocupan la mayor parte de su tiempo en su hogar, sin estar lo suficientemente preparada para integrar el trabajo remoto y las actividades cotidianas. Esta situación ha llevado a reevaluar e impulsar esta clase de proyectos que aprovechan mejor la tecnología para satisfacer las necesidades de los clientes inmobiliarios.

Veamos un poco más acerca de este tipo de proyectos. ¡Acompáñanos!

¿En qué consiste una Smart City?

Una Smart City o Ciudad Inteligente se define como aquella ciudad que emplea diversos tipos de tecnologías de información para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, aprovechar mejor los recursos y ayudar en la sostenibilidad. Pero, ¿qué podría considerarse un edificio inteligente?

Un edificio inteligente sería aquel que implementa tecnologías y/o materiales para automatizar y autorregular sus sistemas. Con ello, podríamos tener ahorros en el gasto energético, mejoras en el cuidado del medio ambiente, mejorar la seguridad y salud de sus ocupantes, así como una mejor convivencia con aquellas personas que coexistan alrededor de este edificio.

smart city

Por ejemplo, la mayor parte del consumo de energía de un edificio ocurre por el sistema de control de temperatura. Esto puede ser mitigado por diferentes técnicas de eficiencia energética. Se pueden emplear emplear, además, técnicas como doble o triple acristalamiento, eliminación de puentes térmicos, u otras tecnologías que permitan reducir el consumo de energía.

Por otro lado, las ciudades inteligentes mejoran el estilo de vida gracias al uso de datos y tecnología digital. Mientras más completos sean y se se puedan leer en tiempo real, se puede tener una mejor observación de los eventos y responder a los patrones de demanda así como dar soluciones más rápidas o de menor costo.

Pero, juntar edificios inteligentes no necesariamente conforma una ciudad inteligente. Normalmente se tiene en consideración 3 cosas: Una base tecnológica que es impulsada por redes de comunicación; aplicaciones que traducen los datos en información y elementos tecnológicos de acción; y, finalmente, su manejo en la ciudad y su público. Estos 3 componentes implementados de forma equilibrada pueden llegar a conformar una ciudad.

Es así que podemos definir una Smart City y poner en evidencia la importancia por la apuesta de este tipo de ciudades. Con soluciones tecnológicas e inteligentes, pueden mejorar la vida de las personas y el medio ambiente. En Perú existe una propuesta nueva de Smart City al sur de Lima: Bosques de Calango. ¡Ingresa al enlace al anterior para conocerlo!

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